3.4. GRUPOS FORMALES E INFORMALES EN LA ORGANIZACIÓN
Grupos formales. Un grupo de mando está
determinado por el organigrama de la empresa. Está compuesto por los individuos
que reportan directamente a determinado jefe. Un ejemplo clásico es el de una
directora y sus maestras correspondientes, también como el director de inspección
postal y sus cinco inspectores.
Los grupos de tareas, que también
determina la organización, representan la asociación de aquellos que se unen
para culminar una encomienda de trabajo. Sin embargo, los límites de un grupo
de tareas no terminan con el superior jerárquico inmediato sino que pueden
cruzar las relaciones de mando. Por ejemplo, si un universitario es acusado de
un delito en el campus, se requiere la coordinación y la comunicación entre el
director de asuntos académicos, el director estudiantil, el secretario general,
el jefe de seguridad y el consejero estudiantil. Esta formación constituirá un
grupo de tarea.
Grupos informales. Los empleados que
no forman parte de un mando único o un grupo de tareas pueden congregarse para
alcanzar un objetivo específico que les toca: se trata de un grupo de interés. Los empleados que se
unen para modificar sus calendarios de vacaciones, defender a un compañero
despedido o tratar de mejorar sus condiciones laborales forman una entidad que
atiende a su interés común.
También se crean
grupos porque sus integrantes comparten una o más características. Llamamos grupos de amigos a estas
formaciones. Las alianzas sociales, que con frecuencia rebasan el contexto
laboral, se basan en una edad o unos orígenes semejantes, la afición por un
equipo de fútbol o de la defensa de opiniones políticas afines, por citar unas
pocas características.
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